El layout de un almacén pudiera ser la cosa más insignificante que un ojo poco entrenado prestaría a la hora de dar un recorrido en tus instalaciones. Sin embargo, por increíble que parezca para algunos guarda una gran importancia a la hora de hacer una ejecución adecuada de los tiempos de entrega, rastreo de operaciones y eliminar riesgos posibles dentro del patio de operaciones.
El día de hoy nos enfocaremos en la pregunta ¿Cómo hacemos un correcto layout para satisfacer a mi cliente interno? Y para esto primero debemos definir quién es mi cliente interno. Todos los procesos operativos tienen una supervisión que se enfoca en procurar que la cadena de suministro avance conforme lo planeado y “cumpla la norma” pero pocas veces nos detenemos a pensar si “el servicio” que da el de almacén a sus compañeros cumple con las necesidades del mismo, y aquí es donde fluye la magia. Satisfacer al cliente interno es casi tan importante como procurar satisfacer a tu principal comprador.
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Análisis de espacios disponibles.
Ya que conocemos las necesidades del cliente interno, podemos comenzar con la evaluación de los espacios disponibles y lejos de solo pensar en la cantidad de espacio, debemos enfocarnos en pensar en si las condiciones son adecuadas para cierto tipo de productos. Un ejemplo de ello son aceros con recubrimiento pobre, debe evitar el estar en contacto con espacios que causen humedad como aires acondicionados o desagües.
Espacios que faciliten la eficiencia.
Un arquitecto primero se plantea la eficiencia de un espacio antes de mostrarla al cliente. Dentro del layout debemos de pensar que en medida de lo posible los tiempos deben de ser los más reducidos posibles. Puede sonar muy lógico pero todos nosotros hemos visto mercancías empolvadas en la parte de enfrente de un almacén y nuestras piezas o herramientas que requerimos a diario quedan hasta la mitad del mismo.
La seguridad es primero.
Así como las políticas que tenemos de seguridad en almacenes según normas y recomendaciones del equipo de Seguridad e Higiene, también es un elemento de seguridad el evitar que tus clientes internos se arriesguen a un accidente con tal de cumplir la recomendación de volumen o densidad de mercancías en los racks. Esto tiene que ver con el punto siguiente.
Canal de comunicación constante.
Siempre debemos de mantener un canal de comunicación abierto para todos y directo si es posible con el jefe de almacén, ya que las recomendaciones de los clientes internos ayudan a mantener un ambiente sano, libre de posibles problemas y claro, haciendo eficientes los procesos.
Evaluación y mejora continua.
Hay que mantener de manera constante las evaluaciones conjuntas con los equipos que influyen para poder dar soluciones más rápidas y ágiles, además de rectificar errores que pongan en riesgo mercancías, seguridad del personal o de nosotros mismos como almacenista.