Los inversionistas, compradores y gobiernos demandan cada vez más que las empresas lleven a cabo operaciones sustentables. Las legislaciones alrededor del mundo también son más estrictas respecto a que se reporte la manera en que la política de compras de las empresas, contemplan los temas ambientales, sociales y de igualdad de género.
El análisis y la evaluación de los proveedores es esencial. Pues la mayor parte del impacto ambiental se encuentra en la cadena de suministro, no en las operaciones internas. Por ende, los compradores son responsables de hasta el 70% del impacto de una empresa en la responsabilidad social.
El reto es tener visibilidad y medición de estas variables. Es un verdadero reto contar con un programa objetivo de medición del desempeño de la sostenibilidad de las empresas. Se requiere de un conocimiento experto y análisis de materialidad para saber que riesgos ambientales, sociales o éticos son parte de un negocio.
Las empresas que ya procuran la sostenibilidad entienden que la visibilidad que se adquiere con este tema, no es adicional, sino se ha convertido en una licencia para operar. Esta visibilidad no solo es necesaria para favorecer la sustentabilidad.
La pandemia ha sido una prueba de fuego sobre la resiliencia y la flexibilidad de las cadenas de suministro a nivel mundial que hizo evidente la necesidad de incrementar la visibilidad sobre la cadena de abastecimiento.
Si los compradores no se preparan para afrontar los riesgos de los proveedores, son completamente vulnerables ante estos. La crisis de covid-19, dio claridad a los equipos que no estaban preparados y se encontraban en el centro de la tormenta. Los compradores, no pueden enfocarse en hacer estas mediciones. Sin embargo, fueron y siguen siendo una pieza clave en la estrategia de las empresas para proveer las herramientas actualizadas para optimizar la operación.
Ellos deben utilizar los indicadores de sostenibilidad en su toma de decisiones de compras y estrategia. Y la única manera de mejorar las compras responsables, es contando con un programa sólido de evaluación de la sostenibilidad y la colaboración de los proveedores.
Las empresas que tienen programas de compras responsables ya en marcha han estado en una mejor posición para responder de manera ágil a los retos de la covid-19 por tres razones principales.
Las compras responsables dan visibilidad de indicadores cuantitativos específicos del desempeño en sostenibilidad de los proveedores a través de sus gastos. Que también da criterios objetivos y verificados de medición de la sostenibilidad que permiten identificar riesgos.
Esta posición permite poner en marcha planes de apoyo a proveedores vulnerables y diversificarse trabajando con proveedores alternativos si es necesario. A partir de ello, se tiene una mejor posición para formalizar relaciones fuertes con proveedores basadas en la mejora continua.
Fomenta una colaboración conjunta, no solamente en las negociaciones comerciales de precios. Sino también para navegar en tiempos de crisis con un frente común. La sostenibilidad y la digitalización son los temas centrales de la estrategia de negocio. Visualiza las operaciones de tus proveedores con B2B Certifica.