Una empresa es más rentable cuando su misión se cumple con mayor eficiencia.
Tener un propósito claro permite establecer objetivos estratégicos, que brindan una visión para alinear con la estrategia de compras los procesos clave de forma sistemática para establecer la política operativa y las herramientas.
En la medida que los colaboradores tengan claridad sobre la misión de la empresa se sentirán más comprometidos con sus objetivos y, por lo tanto, podrán desarrollar procesos capaces de generar más valor.
A esto se le conoce como “gestión por indicadores de compras”. La gestión por objetivos mejora la operación porque permite identificar aquellas actividades que no añaden valor.
Las decisiones se tienen que basar en indicadores de compras con los resultados alcanzados y las metas previstas, que permitirán analizar las funciones de un comprador.
La herramienta del cambio debe partir siempre de una prueba de fuego. Mediante esta se puede identificar el piloto que desarrollará la implantación.
Esto es para que el equipo directivo debe alinear delegar la gestión de procesos reciba información relativa a la gestión de calidad para crear una estrategia de compras con diagramas en bloques de todos los procesos que son necesarios para rediseñar el flujo de trabajo.
Matriz de grupos de interés: Si se establece una matriz de relaciones entre procesos, compartir instrucciones, información, recursos, equipos, etc.).
A partir del análisis de todas las interacciones existentes con el personal de la organización y clientes externos se realiza un inventario de los procesos. Entre los cuales, es necesaria la gestión de procesos claves, la estrategia de compras y los procesos de apoyo.
Se puede asignar la responsabilidad del proceso a una persona y así definidos son gestionados de modo estructurado.
Permite la existencia de grupos multidisciplinarios trabajando sobre el proceso para que la actividad sea susceptible de descomponerse en operaciones o tareas y los departamentos se involucren mutuamente. Tras haber conseguido la dinámica de mantenimiento en ese proceso clave, se eligen otros y se amplía el área de actuación hasta llegar a todos los procesos de la organización.
El conocido Business Process Management es una forma de organización diferente de la clásica organización funcional. Ya que prima la visión del cliente sobre las actividades de la organización. Para que las funciones de un comprador estén orientados al objetivo de la organización: La satisfacción del cliente.
Con esta metodología, los empleados se concentran en las necesidades del cliente y hasta las relaciones de los proveedores, se basan de ello.
El factor crítico en este punto es el compromiso de la dirección con formarse y capacitarse para dirigir el cambio.
Si las decisiones dejan de tomarse con base en estándares establecidos por el jefe y en cambio, se basan de los resultados que arroja un análisis sobre las necesidades del cliente, la institución podrá evitar todas las actividades que no están alineadas en los procesos, los trabajadores no se sentirán obligados porque identificarán el propósito de su labor y los directivos dejarán de actuar como supervisores porque sabrán el cumplimiento de las expectativas de los grupos de interés.
Además de que los, ahora líderes, se comportan como apocadores. Habrá un cambio de estructura organizativa jerárquica a plana que incrementará la eficiencia de la organización y se podrán identificar con mayor claridad a los clientes clave, los proveedores clave y la calidad del producto final.
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