Cada día están surgiendo nuevas herramientas digitales que dan origen a oportunidades de innovación en todas las industrias. No es un accidente que cada mes – como señala Rodrigo Vivar, reportero de expansión (07.2021) – estén brotando nuevos modelos de negocios que compiten en todos los sectores, incluso los sistemas de gestión ERP.
La tecnología de la información, para muchos está presentando una oportunidad para innovar, explorar y crecer. Sin embargo, el surgimiento de nuevos competidores con conocimientos actualizados presenta una angustia para aquellos que se mantienen apegados a los métodos tradicionales.
Para cualquier equipo de compras es difícil cambiar de hábitos. Esta realidad limita a las personas de desarrollarse y a las instituciones de adaptar sus procesos a las nuevas circunstancias. No obstante, las habilidades y los conocimientos que no reciben una inversión de energía y tiempo para su desarrollo, terminan siendo obsoletas y suplantadas por personas con nuevas facilidades que les permite resolver problemas con eficiencia. Sobran ejemplos de individuos e instituciones que son exonerados a causa de una actitud pasiva ante estas situaciones.
Han sostenido la eficacia de los ciclos de compras por tantos años. Si los valores que se adquieren por los años de experiencia, son suplantados por las herramientas digitales, el mercado automáticamente pierde el valor que puede aportar un líder con la disciplina, el criterio y la objetividad para diseñar los conocimientos que optimizaron los procesos de compras en su momento.
Muchos han afirmado que los verdaderos líderes se forman a partir de una crisis. Por lo que se estima que la situación actual formará a dos tipos de líderes.
Una de las posibilidades son aquellos jóvenes que cuentan con los conocimientos actualizados y el manejo de las herramientas digitales, sin embargo, carecen de la formación de líder que se adquiere con los años de experiencia.
Mientras los otros posibles líderes serán aquellos que ya saben establecer un proceso de compras clave debido a que llevan años tomando acción para ejecutar las mejores decisiones para la misma. Sin embargo, carecen de las costumbres de adaptación al cambio que permiten desarrollar los conocimientos para manejar las herramientas digitales que están surgiendo cada día.
En la medida que esta crisis sea aprovechada como una oportunidad para desarrollar las habilidades que brinden un control de presupuestos, ya sea por un joven que quiera emprender o por un adulto que quiera adaptarse a la nueva realidad, surgirán los líderes que optimizarán el proceso de compras.
Para implementar un abastecimiento estratégico, se requiere disposición para la adaptación al cambio, y por lo tanto, enfrentar retos con gran tenacidad y una actitud proactiva para tomar decisiones con seguridad que incrementen la rentabilidad y eficiencia de un negocio.
Para incrementar la eficiencia se necesita, suplantar el trabajo duro por un trabajo inteligente.
Esto requiere de una exploración de oportunidades de desarrollo y la realización de pruebas de nuevas alternativas hasta encontrar una mejor opción. Una responsabilidad que evidentemente, no es nada sencilla de asumir, primero que nada, porque significa tomar riesgos.
Y esa es justo la razón por cual más vale la pena que aquellos que cuentan con la experiencia de los años, aprovechen las herramientas digitales para tener una perspectiva amplia que les permita dirigir los recursos de la empresa hacia las decisiones con mejor criterio.
Tienden a ofrecer un flujo de comunicación que, gracias a su transparencia e inmediatez, posibilitan una visibilidad y adquisición de información que fomenta una perspectiva más amplia, permite procesos más eficientes y el cumplimiento de objetivos con mayor seguridad, tanto en las operaciones internas como con los procesos y negociaciones con otras instituciones y clientes.
Aquellas empresas que estén dispuestas a tomar acción y adaptarse al cambio, serán propensas a un impulso acelerado gracias a operaciones más eficientes y por lo tanto, con menor costo. Es por esto que se considera que las decisiones y actitudes que se adopten en la planeación de compras dictarán si el progreso de cada sector es liderado por la propia institución o por la competencia.
Parece que la competencia que existe entre las empresas será pautada por la disposición de los directivos de cada una, de darle valor a su negocio, por medio de una optimización de sus procesos.